Primavera y vino son
dos elementos que siempre maridan a la perfección. Y no fue menos en la 3ª
feria del vino de la comarca, celebrada el pasado fin de semana en Guadix. El
tiempo acompañó y la presencia de público y bodegas fue completa.
A parte de pasar un
rato estupendo entre cata que te charla, descubrimos algunos vinos que
escogieron la ocasión para vestirse de etiqueta en su presentación en sociedad.
Sauvignon Blanc de M.Moya |
Un buen ejemplo fue
el blanco de Méndez Moya, cosecha 2011: un Sauvignon Blanc de cultivo ecológico
que llenaba el Palacio de Villa Alegre con su aromaticidad característica. En
copa daba un color olor oro viejo intenso con suaves brillos. Aunque lo que más
disfrutamos fue su nariz a pera, ciruela verde, y piña, mezclados con aromas de
manzanilla en flor. En boca marca perfectamente su equilibrio de acidez con
fondos de tono dulce que me recuerdaron al membrillo. Por pedirle, lo único, una temperatura de servicio más adecuada.
Muñana & Petit Verdot |
Otro de los vinos de
gala fue el monovarietal de Syrah que nos presentó Muñana. Una sus joyas mejor
guardadas, que desde la cosecha del 2006 no salía a la venta. Por lo tanto, un
vino esperado que no defraudó a los amantes de esta singular uva que sólo en
sus mejores año pasa a ser vino. Sin duda, la excepcional temporada del 2009
hará de este vino un clásico para guardar y ser recordado con los años.
Emilio Romero (Anchurón) |
Merlot dulce |
Continuamos de gira
por el patio palaciego y nos detenemos a saludar al amigo Emilio Romero, un
autentico genio renacentista por su capacidad de sacar arte en todo cuanto
trabaja en el Anchurón. En esta ocasión nos presenta su última creación: un
tinto dulce de merlot recién etiquetado, que a simple vista ya nos hace
salivar. No deja de sorprenderme su capacidad de adaptación al mercado
cambiante y sus exigencias. Un vino de cuerpo y brillantez que llena la boca de
puro merlot sobremadurado; un dulce de exquisito paladar que sin duda
encontrará su hueco entre el aperitivo o el postre más elegante.
Así hasta once
bodegas coincidieron en esta tercera edición, deleitándonos con los vinos de
una zona privilegiada como es el Altiplano y tierra norte de Sierra Nevada
donde criar vinos ha pasado de ser tradición a convertirse en arte.
Con el dulce
recuerdo de aquel merlot y la grata conversación con los protagonistas, nos
despedimos deseándoles muchas más primaveras a sus vinos.
0 comentarios:
Publicar un comentario